Guanábana y potencial anti cáncer (SQ-24)

La guanábana es una fruta del bosque pluvial, típica de los bosques tropicales del Sudeste de Asia, África, Centroamérica y Sudamérica. Es posible que conozcas la guanábana por otros nombres como graviola, catuche, soursop en inglés o lakshman phal en hindi. Durante siglos, este árbol ha sido atesorado por las poblaciones indígenas debido a su suculenta fruta y propiedades terapéuticas. Las diferentes partes del árbol de guanábana, como la fruta, las hojas, la corteza, las raíces y las semillas; han sido utilizadas tradicionalmente para tratar una impresionante variedad de dolencias como fiebre, artritis, reumatismo, diabetes, insomnio e infecciones por bacterias, parásitos y virus.

En todo el mundo, la guanábana se usa de diferentes formas: como fruta, zumo, té (hirviendo las hojas), semillas en polvo (para aplicación tópica) e incluso como suplemento. Es fácil ver por qué es tan popular, ya que la guanábana está repleta de una gran variedad de vitaminas, minerales, fitoquímicos y compuestos bioactivos como alcaloides, flavonoides, fenoles y aceites esenciales; lo que le otorga a esta fruta, y a otras partes del árbol, increíbles propiedades antioxidantes, antimicrobianas, antiparasitarias, analgésicas y antiinflamatorias.

Nuevas investigaciones sugieren que la guanábana podría tener otro beneficio de salud extremadamente significativo que va más allá de los usos terapéuticos por los que era reconocida en la antigüedad. Sí, hablamos de su increíble habilidad de destruir células cancerosas [1].

¿La guanábana como un tratamiento potencial contra el cáncer?

Una impresionante cantidad de estudios in vitro indican que las hojas, los extractos de fruta, las semillas y el tallo del árbol de guanábana contienen unas sustancias anticancerígenas increíblemente potentes. Se ha encontrado que los ingredientes bioactivos en la guanábana apuntan y destruyen a las células cancerosas malignas en doce diferentes tipos de cáncer, incluyendo de mama, páncreas, pulmón, próstata, hígado, colón y piel.

La investigación de la Universidad Purdue, financiada por el Instituto Nacional de Cáncer, encontró que el extracto de hojas de guanábana destruía las células cancerosas «entre seis líneas de células humanas» y mostraron una afinidad particular para destruir las células cancerosas de la próstata y el páncreas. Un estudio posterior mostró que el extracto de hojas de guanábana tenía el mismo efecto sobre las células del cáncer de pulmón. Otro estudio de 1997 de la Universidad de Purdue enfatizó que los compuestos de guanábana pueden incluso destruir a las células cancerosas que han desarrollado resistencia a los químicos tóxicos en los fármacos de quimioterapia.

Un estudio publicado en 1996 en la Revista de Productos Naturales encontró que un compuesto extraído de las semillas de la fruta de guanábana era 10 000 veces más fuerte destruyendo células cancerosas del colón que la adriamicina, un medicamento usado en la quimioterapia. Los investigadores también resaltaron que este compuesto mostró una toxicidad selectiva extraordinaria contra el adenocarcinoma en el colón. En otras palabras, solo atacó a las células del cáncer de colón y dejó ilesas las células sanas.

Los oncólogos concuerdan en que el cáncer pancreático es posiblemente el cáncer más letal y difícil de tratar y manejar. Un estudio de 2012 realizado en el Centro Médico de la Universidad de Nebraska comprobó que los componentes naturales en el extracto de guanábana inhibió «…las vías de múltiples señales que regulan el metabolismo, el ciclo celular, la supervivencia y las propiedades metastásicas en las células pancreáticas» [2]. Varios estudios recientes también señalan los efectos anti cancerígenos de la guanábana en el cáncer de mama [3], próstata [4] y gástrico.

Acetogeninas: fitoquímicos con propiedades anticancerígenas

¿Y qué le da a la guanábana esta ventaja en la destrucción selectiva de células cancerígenas? La guanábana contiene una abundancia de compuestos naturales llamados acetogeninas de las anonáceas, que son únicas de la familia de las Annonaceae. Hay más de 100 acetogeninas de las anonáceas en la fruta, hojas, semillas, corteza, raíces y tallo del árbol de guanábana. Estos fitoquímicos únicos le dan el sabor agridulce a esta fruta con increíbles propiedades para destruir el cáncer, así como propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antioxidantes. Según los investigadores en este campo, las acetogeninas están equipadas para diferenciar entre células cancerosas y células sanas (toxicidad selectiva) e incluso pueden combatir a las células cancerosas más difíciles y resistentes a los medicamentos.

Restringe la producción de moléculas ATP en células cancerosas

Las mitocondrias en todas las células vivas extraen la energía química derivada de los nutrientes y la usan para producir adenosín trifosfato o moléculas de ATP, la moneda energética, como la conocen los biólogos. El ATP proporciona un empujón de energía a las células para que lleven a cabo todos sus procesos bioquímicos sencillos y complejos, incluyendo la división celular.

Las células cancerosas tienen la tendencia a dividirse a un ritmo extraordinario, por lo que requieren ATP en dosis mayores que las células normales y sanas. ¿Y qué pasaría si algo pudiera evitar que las células cancerosas produjeran la cantidad de ATP que necesitan para crecer y multiplicarse con tanta velocidad? Las acetogeninas de las anonáceas, compuestos bioactivos presentes en la guanábana, pueden conseguirlo.

• Las acetogeninas interfieren con las reacciones enzimáticas implicadas en la producción de ATP en la mitocondria de las células cancerosas.


• La angiogénesis, un proceso de creación de nuevos vasos sanguíneos, es un sello distintivo del cáncer. Estos nuevos vasos sanguíneos llevan sangre rica en oxígeno y nutrientes a las células cancerosas. Las acetogeninas reducen el crecimiento de los vasos sanguíneos alrededor de las células cancerosas, cortando el flujo de nutrientes y oxígeno, privándolas de alimento. La baja producción de ATP también impacta el crecimiento de los vasos sanguíneos.

El papel de las acetogeninas en la lucha contra células cancerosas resistentes a los medicamentos

Las células cancerosas son conocidas por hacerse inmunes a tratamientos quimioterapéuticos a largo plazo. Las células aprenden a reconocer y resistirse a los químicos que se usan para destruirlas, y desarrollan resistencia a múltiples fármacos o MDR por sus siglas en inglés. Más específicamente, las células cancerosas desarrollan un mecanismo de bombeo para sacar los químicos tóxicos, haciendo que los fármacos de la quimioterapia pierdan efectividad. ¿Y adivina qué? Para poder sacar estos medicamentos requieren increíbles cantidades de energía, que la célula cancerosa tendría que sacar del ATP, su reserva de energía.

Sin embargo, la capacidad de las acetogeninas para ralentizar la producción de ATP en células cancerosas impacta negativamente su capacidad de sacar los potentes químicos, por lo que las células se hacen más sensibles al tratamiento de quimioterapia. Este aspecto hace que la guanábana sea un candidato potencial para ser integrado en los tratamientos contra el cáncer, y esto se consolida debido a que los ingredientes bioactivos en la guanábana nutren al sistema inmunitario y trabajan con la capacidad inherente del cuerpo de combatir y destruir células cancerosas. Con esta capacidad de toxicidad selectiva, la guanábana también limita los efectos secundarios experimentados comúnmente con las terapias convencionales para tratar el cáncer, como pérdida de apetito, sistema inmunitario afectado, pérdida de pelo y náuseas, mejorando la calidad de vida general de los pacientes de cáncer.

Nota importante: aunque muchos estudios e investigaciones resaltan el potencial anticancerígeno de la guanábana, estos estudios se hicieron in vitro o en animales. Ante la ausencia de ensayos clínicos doble ciego en humanos, la comunidad médica no se atreve a confirmar nada positivo con respecto al papel de la guanábana en la lucha contra las células cancerosas más resistentes. Desde un punto de vista clínico parece ser razonable, pero tristemente «Big Pharma» no está dispuesta a invertir sus millones de dólares en un estudio amplio en humanos, ya que la guanábana es un producto natural y no puede ser patentado, por lo que no se podrán obtener grandes ganancias potenciales. ¡Y esa es la triste verdad, mis amigos!

Al mismo tiempo, nos gustaría enfatizar que este artículo solo tiene fines educativos e informativos, no tiene fines de diagnóstico, tratamiento, cura o prevención de la enfermedad antes mencionada. No se pretende diagnosticar, recetar o sustituir el consejo o tratamiento recomendado por su médico o profesional de la salud. Si quiere tomar guanábana en cualquiera de sus formas, es importante que consulte a su médico o a un profesional de la salud de confianza.

Referencias:

1. Paul, Jeno; Gnanam, R.; M. Jayadeepa, R.; Arul, L. Anti Cancer Activity on Graviola, an Exciting Medicinal Plant Extract vs Various Cancer Cell Lines and a Detailed Computational Study on its Potent Anti-Cancerous Leads. Current Topics in Medicinal Chemistry. Volume 13, Number 14, July 2013, pp. 1666-1673(8)
2. Torres MP, Rachagani S, Purohit V, et al. Graviola: a novel promising natural-derived drug that inhibits tumorigenicity and metastasis of pancreatic cancer cells in vitro and in vivo through altering cell metabolism. Cancer Letters. Oct 1 2012;323(1):29-40. doi: 10
3. Dai and Hogan, et al. Selective growth inhibition of human breast cancer cells by graviola fruit extract in vitro and in vivo involving downregulation of EGFR expression. Nutrition and Cancer. 2011; 63(5):795-801.
4. Yang C, Gundala SR, Mukkavilli R, Vangala S, Reid MD, Aneja R. Synergistic interactions among flavonoids and acetogenins in Graviola (Annona muricata) leaves confer protection against prostate cancer. Carcinogenesis. 2015 Jun;36(6):656-65. doi: 10.1093/carcin/bgv046. Epub 2015 Apr 11.
5. Han et al. Annonaceous acetogenin mimic AA005 induces cancer cell death via apoptosis inducing factor through a caspase-3-independent mechanism. BMC Cancer. March 2015

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