¿Tienes altos niveles de colesterol? Un nuevo estudio sugiere que pruebes una dieta rica en grasa (SQ-7)
Los niveles altos de colesterol LDL, triglicéridos, o de ambos, en el plasma de la sangre es uno de los principales factores de riesgo relacionado con las enfermedades cardiovasculares. Se recomiendan los cambios en el estilo de vida, como perder peso y reducir el consumo de grasas saturadas, como estrategias para superar los perjuicios asociados con los niveles altos de colesterol LDL y para mejorar el perfil lipídico.
Aunque la dieta baja en grasas y altas en carbohidratos es una de las estrategias más comunes para reducir el consumo de grasas saturadas, la evidencia sugiere que los programas nutricionales en los que las grasas saturadas son reemplazados con grasas no saturadas en lugar de carbohidratos, como en la dieta mediterránea, pueden bajar significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
«Entre personas con alto riesgo cardiovascular, una dieta mediterránea que se complementa con aceite de oliva virgen extra o nueces redujo la incidencia de eventos cardiovasculares mayores» [1].
Un estudio reciente de 2016 [2] publicado en la Revista de la Asociación Americana del Corazón sugiere que una dieta rica en nueces tuvo el impacto más significativo en los niveles lipídicos de los participantes, especialmente quienes tenían resistencia a la insulina. Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Diego inscribió a 25 mujeres adultas con sobrepeso y obesidad en un programa conductual de pérdida de peso de un año. Las participantes fueron asignadas aleatoriamente a tres diferentes patrones de dieta:
- bajo en grasas y alto en carbohidratos
- bajo en carbohidratos y alto en grasas
- rico en nueces, alto en grasas y bajo en carbohidratos
Claves del estudio
- Pérdida de peso similar: las tres dietas consiguieron resultados similares en cuanto a la pérdida de peso.
- Menor impacto en el perfil lipídico con dieta baja en grasa: las dietas bajas en grasa resultaron en la mayor pérdida de peso en mujeres resistentes a la insulina pero no influenciaron efectivamente los niveles lipídicos.
- Mayor impacto en niveles lipídicos con dieta rica en nueces: el plan nutricional rico en nueces contenía ácidos grasos poliinsaturados y mostró la mayor capacidad de mejorar los niveles generales de colesterol en comparación con las otras dietas.
- Mayor aumento en niveles de HDL con dieta rica en nueces: las participantes que consumieron una dieta rica en nueces experimentaron una disminución significativa de los niveles de colesterol LDL y un mayor aumento de los niveles de colesterol HDL en comparación con los participantes de otros grupos dietarios. Este impacto es importante, según explica Cheryl Rock, la investigadora principal de este estudio: «Muchas dietas han dicho que está bien comer grasas sanas y enfatizan los aceites de oliva y canola… Lo que encontramos es que una dieta alta en aceites sanos sí bajó los lípidos pero también bajó el colesterol bueno y malo».
Los autores del estudio concluyeron que «los resultados de este estudio ofrecen una mejor comprensión de la respuesta lipídica a la composición de la dieta teniendo en cuenta el estado de resistencia a la insulina. La pérdida de peso en una intervención conductual de pérdida de peso fue parecida tanto en la dieta baja en grasa como en la dieta alta en grasa y en la dieta rica en nueces. La pérdida de peso estuvo generalmente asociada con una mejora en el perfil lipídico pero se vio influida por el estado de resistencia a la insulina y la composición de la dieta. Se observó una CRP disminuida en todos los grupos dietarios, así como una mejora en la sensibilidad a la insulina en mujeres resistentes a la insulina.
La dieta rica en nueces mostró resultados con los cambios más favorables en los niveles lipídicos, al tiempo que mantenía la asociación con cierto nivel de pérdida de peso de forma similar a la dieta baja en grasas».
¿Qué hace que las nueces sean tan saludables para el corazón?
Los estudios han mostrado consistentemente que el consumo regular de nueces tiene el efecto más beneficioso en el sistema cardiovascular [3]. ¿Y qué es lo que hace especial a la nuez con respecto a la salud cardiovascular?
Aunque la mayoría de los frutos secos contienen ácidos grasos monoinsaturados, las nueces son una fuente rica de ácidos grados poliinsaturados, especialmente ácido graso omega-6 (ácido linolénico) y ácido alfa-linolénico (ALA). De hecho, las nueces son los únicos frutos secos que proporcionan altos niveles de ALA, un ácido graso omega-3 de origen vegetal particularmente reconocido por sus beneficios antiinflamatorios y sobre la salud. Se sabe que el ALA previene la formación de coágulos y los ataques fatales al corazón, reduce la inflamación y mantiene el cerebro sano.
Un estudio de 2013 [4] publicado en la Revista de Nutrición mostró que además de reducir los niveles de colesterol LDL, las nueces ayudaban a disminuir el riesgo de enfermedad cardíaca a través de otros mecanismos. Se vio que incluso un consumo único de aceite de nuez tenía un efecto favorable en la salud vascular. El aceite encontrado en la nuez ayuda a mantener la integridad y las funciones endoteliales, células que revisten la superficie interna de los vasos sanguíneos. El estudio también ofreció evidencias de que comer nueces enteras mejora la función del colesterol HDL en cuanto al transporte y eliminación eficaz del exceso de colesterol en el cuerpo. Según los investigadores del estudio, la presencia del ácido alfa-linolénico, gamma-tocoferol y fitoesteroles en el aceite de nuez podría explicar los efectos benéficos sobre la preservación de las funciones endoteliales.
En resumen, este no es un caso de «mucho ruido y pocas nueces» sino que se ha establecido que la combinación de los ácidos grasos sanos y otros compuestos bioactivos en las nueces ayudan a disminuir los niveles de colesterol LDL, mejorar las funciones endoteliales, reducir la presión sanguínea y disminuir los marcadores inflamatorios [5] [6], disminuyendo significativamente los mayores factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular a través de diversos mecanismos.
La evidencia parece ser suficientemente convincente para empezar a comer un puñado de nueces cada día. ¿Estás listo para añadir algo crujiente a tu dieta diaria?
Referencias:
- Estruch et al. Primary Prevention of Cardiovascular Disease with a Mediterranean Diet. The New England Journal of Medicine. 2013
- Tran et al. Effects of Diet Composition and Insulin Resistance Status on Plasma Lipid Levels in a Weight Loss Intervention in Women. The Journal of American Heart Association. 2016
- Feldman EB. The scientific evidence for a beneficial health relationship between walnuts and coronary heart disease. The Journal of Nutrition. 2002 May;132(5):1062S-1101S.
- Berryman et al. Acute Consumption of Walnuts and Walnut Components Differentially Affect Postprandial Lipemia, Endothelial Function, Oxidative Stress, and Cholesterol Efflux in Humans with Mild Hypercholesterolemia. The Journal of Nutrition. 2013.
- Katz et al. Effects of walnuts on endothelial function in overweight adults with visceral obesity: a randomized, controlled, crossover trial. The Journal of American College of Nutrition. 2012 Dec;31(6):415-23.
- Penny M. Kris-Etherton. Walnuts Decrease Risk of Cardiovascular Disease: A Summary of Efficacy and Biologic Mechanisms. The Journal of Nutrition.
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