¿Qué son los prebióticos? (SQ-39)
Estamos bastante familiarizados con los probióticos. Los beneficios de los probióticos, especialmente el de mantener una salud intestinal óptima, han popularizado los alimentos fermentados como kimchi, miso, kefir, sauerkraut y yogur entre las personas preocupadas por la salud. Los probióticos vienen con una gran lista de beneficios de salud que van más allá de la salud intestinal.
¿Pero qué es un prebiótico entonces? ¿Es otro tipo de moda alimentaria o algo real con respaldo científico?
Prebióticos: el combustible de los probióticos
Los probióticos introducen bacterias beneficiosas a nuestro intestino. Por otro lado, los prebióticos actúan como alimento para estas bacterias y las otras que ya están presentes en el intestino. Básicamente, los alimentos prebióticos sirven como una fuente de combustible para las bacterias beneficiosas. A diferencia de los probióticos, los prebióticos no se destruyen con el calor o el ácido estomacal.
Los prebióticos son fibras de plantas especializadas, que básicamente son carbohidratos que no se descomponen en nutrientes en el intestino delgado. Para entender mejor los prebióticos, hagamos un resumen de sus atributos:
- No se digieren en el intestino delgado.
- Llegan al colón y son fermentados por la microflora intestinal anaeróbica (particularmente Bifidobacterium y Lactobacillus).
- Actúan como fuente de alimento para los probióticos.
- Proporcionan alimento a las bacterias buenas que ya vivían en el colón.
- No promueven el crecimiento de bacterias malas u otros patógenos.
Hasta hace poco, la mayoría de las investigaciones sobre prebióticos se centraban en ciertos oligosacáridos, especialmente los fructooligosacáridos (FOS), los galactooligosacáridos (GOS) y la inulina. Un mecanismo importante de acción de los prebióticos es que pasan por un proceso de fermentación en el colón por parte de las bacterias intestinales y cambian su composición y funciones [1].
Una variedad de bacterias se alimentan de los prebióticos. Sin embargo, dos grupos bacterianos (Bifidobacterium y Lactobacillus) parecen ser los que más se benefician de estos ingredientes no digeribles. Cuando las bacterias en el colón metabolizan los oligosacáridos de los alimentos, esto lleva a la formación de ácido láctico y varios ácidos grasos de cadena corta. El ácido butírico o butirato es uno de los muchos ácidos grasos que se producen durante la fermentación de prebióticos en el intestino. El butirato también es conocido por sus efectos multiprotectores sobre la salud intestinal [2].
Bifidobacterium y Lactobacillus son importantes y son una parte dominante de la microflora intestinal, por lo que han recibido mucha atención por sus propiedades para la salud. Estas bacterias amigas ayudan a:
- Producir ciertas vitaminas.
- Producir sustancias antibacterianas y antimicrobianas naturales.
- Restaurar bacterias beneficiosas que se han perdido por el uso de antibióticos, por diarreas, infecciones intestinales, quimioterapia y otras condiciones de salud.
- Ejercer fuertes efectos inhibidores contra las bacterias patogénicas (perjudiciales) en el intestino, evitando la diarrea del viajero, así como diarrea en niños.
- Controlar los síntomas de la colitis ulcerosa.
- Limitar el crecimiento de levaduras y mohos.
Al alimentar a las bifidobacterias y ayudarles a crecer más rápidamente, los prebióticos refuerzan la flora intestinal para que pueda resistir a trastornos inflamatorios y luche contra infecciones agudas.
Los prebióticos se encuentran naturalmente en nuestra dieta, por ejemplo, en alimentos como ajo, cebolla, espárrago, alcachofas, puerros y alimentos integrales. La leche materna contiene prebióticos y esta es una de las razones por la que los bebés que son amamantados experimentan menos infecciones en los primeros años de su vida, así como después. «Los efectos de amamantar en la microbiota intestinal no puede atribuirse a un solo compuesto, sino que hay evidencia acumulada de que los oligosacáridos de la leche humana tienen un papel crucial» [3].
Los microorganismos intestinales y la salud humana
El intestino humano es el hogar de un ecosistema microbiano complejo que se compone de más de 1000 especies diferentes de bacterias. Se sabe que estas decenas de billones de microorganismos beneficiosos y perjudiciales tienen un papel importante en nuestra salud digestiva. Sin embargo, algunos estudios nuevos están ofreciendo evidencia sólida de que las bacterias que residen en nuestros intestinos tienen un papel más grande en el mantenimiento de la salud en general [4].
El panorama intestinal mantiene un delicado equilibrio entre la población de bacterias beneficiosas y perjudiciales, con esto se crea el escenario para nuestra salud general. Cualquier desequilibrio en la microbiota intestinal (composición de los microorganismos intestinales) se conoce como disbiosis, donde el equilibrio se altera dando preferencia al crecimiento de bacterias perjudiciales. El uso excesivo de antibióticos, malos hábitos alimenticios, la edad y el estrés son factores que contribuyen a la alteración de este delicado equilibrio.
Hay pruebas científicas considerables de que la disbiosis puede:
- Causar malabsorción de nutrientes.
- Alterar el sistema inmunitario del cuerpo.
- Alterar la integridad de la mucosa intestinal.
- Llevar a la patogénesis de muchas enfermedades crónicas y enfermedades intestinales como enfermedad inflamatoria intestinal, síndrome del intestino poroso y cáncer de colón.
- Promover la aparición de trastornos metabólicos.
- Fomentar el crecimiento de hongos en el cuerpo.
- Aumentar el colesterol perjudicial.
- Incrementar el riesgo de enfermedad cardiovascular.
- Desencadenar trastornos autoinmunes y antiinflamatorios.
Los prebióticos pueden ayudan a manejar una mezcla perjudicial de bacterias. Hay una evidencia sustancial de que los alimentos con propiedades prebióticas pueden causar cambios favorables en la composición, así como la actividad de las bacterias intestinales [5]. En resumen, los prebióticos pueden revertir la disbiosis.
Los beneficios de salud de los prebióticos
- Promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas, aumentando el efecto de los probióticos.
- Mejoran la digestión.
- Regulan el intestino.
- Refuerzan el sistema inmunitario.
- Aumentan la absorción de calcio y magnesio, mejorando la salud ósea.
- Reducen la ocurrencia de diarreas inducidas por antibióticos.
- Ayudan a perder peso.
- Reducen la inflamación y alivia los síntomas de enfermedad inflamatoria intestinal.
- Baja el riesgo de cáncer de colón.
- Reduce el colesterol LDL y los niveles de triglicéridos, bajar el riesgo de enfermedades cardiovascular.
Combinar probióticos (bacterias beneficiosas) con prebióticos (alimento para probióticos) puede ser una estrategia excelente para mejorar la salud intestinal y conseguir una mejor salud en general.
Referencias:
- Gibson GR, Roberfroid MB Dietary modulation of the human colonic microbiota: introducing the concept of prebiotics. J Nutr. 1995 Jun; 125(6):1401-12.
- Leonel AJ, Alvarez-Leite JI. Butyrate: implications for intestinal function. Current Opinion in Clinical Nutrition and Metabolic Care. 2012 Sep;15(5):474-9. doi: 1097/MCO.0b013e32835665fa.
- Boehm G, Moro G. et al. Structural and functional aspects of prebiotics used in infant nutrition. The Journal of Nutrition. 2008 Sep;138(9):1818S-1828S.
- Jandhyala et al. Role of the normal gut microbiota. World J Gastroenterol. 2015 Aug 7; 21(29): 8787–8803.
- Roberfroid et al. Prebiotic effects: metabolic and health benefits. Br J Nutr. 2010 Aug; 104 Suppl 2():S1-63.
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