¿Las emisiones de motores diésel causan cáncer? (SQ-46)
El tabaquismo es una de las principales causas del cáncer de pulmón, seguido de la exposición a asbesto y radón. Sin embargo, no muchas personas están conscientes de que el humo de combustible diésel también es uno de los factores de riesgo más importantes para desarrollar esta forma mortal de cáncer.
En 2012, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), parte de la Organización Mundial de la Salud, actualizó la clasificación existente de humo de diésel de «posiblemente carcinógeno» a «definitivamente carcinógeno» para los humanos. Esto significa que ahora está confirmado que el humo de diésel es una causa comprobada de cáncer. El humo de diésel pertenece ahora a la misma categoría que otros carcinógenos como alcohol, asbestos, plutonio y la luz solar.
El Dr. Christopher Portier, presidente del grupo de trabajo de IARC, afirmó en un comunicado de prensa que «La evidencia científica fue convincente y la conclusión del grupo de trabajo fue unánime: el humo de motores diésel causa cáncer de pulmón en los humanos».
Otro estudio realizado por Noticias de Salud Ambiental, reveló que hasta el 6% de las muertes por cáncer de pulmón en los Estados Unidos y el Reino Unido se pueden atribuir al humo de diésel. El estudio mostró que el riesgo de cáncer de pulmón para mineros y camioneros era casi 70 veces mayor del riesgo considerado aceptable bajo los estándares ocupacionales de los Estados Unidos. Además, el estudio informa que «en su vida, las personas en áreas urbanas se enfrentan a un riesgo de cáncer de pulmón que es 10 veces mayor al riesgo aceptable usado en los estándares de salud de los Estados Unidos» [1] [2].
¿Qué es el humo de diésel?
Cuando el combustible diésel se quema dentro de un motor, se emite una mezcla compleja de gases y material particulado (hollín).
- Los compuestos gaseosos incluyen dióxido de carbono, monóxido de carbono, compuestos de azufre y nitrógeno, e hidrocarburos con peso molecular extremadamente bajo.
- El material particulado se compone de carbono, metales y una variedad de compuestos orgánicos que incluye hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP).
Estos gases tóxicos y partículas microscópicas de hollín suponen riesgos graves para la salud pública.
El humo de diésel puede ser carcinógeno debido a una combinación de mecanismos. En primer lugar, por su tamaño microscópico, los HAP pueden inhalarse fácilmente (las partículas del humo de diésel tienen menos de 10 micrómetros). Esta materia particulada penetra muy profundo en los pulmones y se queda alojada allí, lo que lleva a una inflamación crónica de grado bajo.
La inflamación resultante también puede influir en la velocidad a la que las células se dividen, y específicamente, si llegasen a presentar alguna mutación aleatoria, aumentaría el riesgo de que estas células crezcan y se diseminen.
Los HAP inhalados también pueden causar daño directo en el ADN de las células del pulmón, y causar cáncer.
Exposición al humo diésel
La vía principal de exposición a humo diésel es la exposición a través de la inhalación de partículas de hollín y gases suspendidos en el aire. Las personas pueden verse expuestas en el trabajo, en casa y cuando están de viaje. La cantidad a la que las personas se ven expuestas es variante, y llegar a cuantificar esta exposición puede ser difícil. Los ingredientes tóxicos del humo diésel también se encuentran en otras fuentes, lo que dificultad llegar a evaluar y mediar los riesgos de salud asociados.
La generalización de motores diésel ha hecho imposible escapar de estas emisiones tóxicas, independientemente de dónde se viva. Sin embargo, las personas que han estado expuestas sustancialmente y por periodos extensos, como mineros, camioneros, operadores de equipo y trabajadores ferroviarios; siempre tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer de pulmón que quienes no han tenido tanta exposición.
Afortunadamente, en las últimas décadas se han reducido sustancialmente estas emisiones de la combustión de diésel. Los avances en la tecnología de motores diésel, como el combustible bajo en azufre, motores que queman diésel de forma más eficaz y postratamiento de gases de escape; no solo han resultado en una disminución notable de la materia, sino que también han alterado los químicos tóxicos y la forma física de los escapes diésel, y han conseguido que sean menos dañinos.
Entre 2008 y 2010, más de 50 000 motores diésel fueron eliminados en y 230 000 toneladas de contaminantes derivados del diésel han sido eliminados del aire en los Estados Unidos, según informa EPA.
El cáncer de pulmón no es el único riesgo
Aunque el riesgo de cáncer de pulmón es más dominante para cierto grupo de personas con una exposición prolongada o abundante, el humo de diésel también puede desencadenar una amplia variedad de problemas de salud en la población general.
Las emisiones tóxicas pueden irritar los ojos y el sistema respiratorio completo, incluyendo la nariz, la garganta y los pulmones. Esto puede resultar en dolores de cabeza, náuseas y tos. Estudios previos han mostrado que las finas partículas del humo causan que las personas que tienden a ser alérgicas se hagan más sensibles a sus alergias. El humo de diésel puede inflamar los pulmones, lo que exacerba los síntomas en personas que sufren de un sistema respiratorio afectado e incrementa la intensidad de los ataques de asma.
Los adultos mayores y los niños, debido a su sistema inmunitario, pulmones y sistema respiratorio en desarrollo; son los más indefensos ante esta exposición tóxica. Según la Oficina de Evaluación de Riesgos a la Salud Ambiental de la Agencia de Protección Ambiental de California (OEHHA, por sus siglas en inglés), la «Exposición a partículas finas está asociada con un aumento de la frecuencia de enfermedades de la infancia y también puede reducir la función pulmonar en los niños».
¿Cómo puedes protegerte?
¿Cómo puedes protegerte de los contaminantes del aire emitidos por el humo de diésel generalizado? Aunque quizá no sea posible evitar la exposición en su totalidad, sí puedes hacer otras cosas para fortalecer las defensas de tu cuerpo. Comer una dieta rica en una amplia variedad de frutas, nueces y verduras aumentará las existencias de antioxidantes del cuerpo y protegerá a tus estructuras celulares contra los ataques de los radicales libres que desencadenan inflamación y daño celular.
También puedes aumentar tu arsenal antioxidante con suplementos de vitamina C y magnesio. Ambos nutrientes tienen potentes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, refuerzan la capacidad del cuerpo de luchar contra las toxinas ambientales, y te ayudan a desintoxicarte y purificarte con eficacia.
La vitamina C es conocida porque se usa para manejar síntomas de asma, sibilancias, bronquitis y una variedad de otros trastornos respiratorios. De igual forma, el magnesio, a través de diferentes mecanismos, también puede aliviar los síntomas del asma y mejorar la calidad de vida de las personas con asma leve a moderada [3].
Adicionalmente, la vitamina C también fue estudiada extensamente «como un tratamiento para pacientes con cáncer desde los años 70», según el Instituto Nacional del Cáncer, y muestra un potencial prometedor como una terapia integradora para tratar y manejar muchos tipos de cáncer».
Referencias:
- Vermeulen R, DT Silverman, E Garshick, J Vlaanderen, L Portengen, K Steenland. Exposure-response estimates for diesel engine exhaust and lung cancer mortality based on data from three occupational cohorts. Environmental Health Perspectives. 2013.
- Brian Bienkowski. Diesel responsible for 6 percent of lung cancer deaths, study says. Environmental Health News. November 2013.
- Kazaks AG, Uriu-Adams JY, Albertson TE, Shenoy SF, Stern JS. Effect of oral magnesium supplementation on measures of airway resistance and subjective assessment of asthma control and quality of life in men and women with mild to moderate asthma: a randomized placebo controlled trial. Journal of Asthma. 2010 Feb;47(1):83-92.
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