El papel del magnesio en la lucha contra el estrés (SQ-10)

El magnesio es reconocido como el mejor mineral para la relajación. Tener niveles sanos de magnesio calma los nervios, promueve buenos patrones de sueño, buen estado de ánimo y baja en gran medida los niveles de ansiedad y depresión. Es decir, que el magnesio equipa a nuestro sistema nervioso para responder mejor ante el estrés. La deficiencia de magnesio ha sido asociada con una amplia variedad de condiciones relacionadas con el estrés: nerviosismo, migrañas, síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, estrés audiogénico, depresión, ansiedad y alteraciones de sueño.

No es de sorprender que el magnesio tenga un papel tan importante en el manejo del estrés, ya que es el cuarto mineral más abundante en el cuerpo y el segundo mineral más abundante en el cuerpo en la matriz intracelular, después del potasio. El magnesio está implicado en diferentes procesos celulares que incluyen una larga lista de reacciones bioquímicas, actividad de canales de iones, regulación de vías metabólicas, transmisión neural mediadora en el sistema nervioso central, salud ósea y muscular, producción energética, síntesis de proteínas, ADN, ARN y glutatión (el antioxidante maestro) y mucho más. Se cree que más de 325 enzimas son dependientes del magnesio y que muchas son enzimas del sistema nervioso [1], lo que resalta claramente el papel del magnesio en mantener sano y nutrido el sistema nervioso central.

El magnesio, contraión del calcio

Primero explicaremos la relación entre el calcio y el magnesio.

Sabemos que el calcio es un mineral importante para mantener un sistema esquelético sano pero también tiene muchas otras funciones. El calcio es necesario para que la célula lleve a cabo otras funciones cruciales como la conducción de impulsos nerviosos, la activación neuronal y la secreción hormonal. Es importante que después de completar estas tareas, el calcio salga de las células, y esto es algo que realiza gracias al magnesio. El magnesio es como una llave que controla los canales de calcio y permite que el potasio y el calcio entren y salgan de las células cuando se necesiten. También ayuda a las células para que produzcan la energía necesaria para sacar el calcio hacia la matriz extracelular.

Además, durante una situación estresante, el calcio entra a las células y facilita la respuesta de huida o lucha [2], una serie de cambios hormonales que hacen al cuerpo más reactivo ante el estrés, ya sea físico o psicológico. Como veremos a continuación, todo este caos químico hace que los nervios se tensen, que el corazón lata más rápido y que la tensión suba. Afortunadamente, cuando el estresor se va, nuestro cuerpo vuelve a su estado calmado y equilibrado. El magnesio es muy importante en este momento, pues como contraión del calcio, tiene un papel en mantener fuera al calcio.

¿Y si tu cuerpo tiene deficiencia de magnesio? Sin nada para detenerlo, el calcio se escabulle fácilmente dentro de las células y causa un desastre que se nota como contracciones musculares dolorosas y sostenidas, activación constante de los nervios e hiperexcitabilidad. Tus neuronas no encuentran un momento para relajarse y te pones nervioso, ansioso y siempre estás en alerta.

El magnesio contra las hormonas del estrés

Aunque evitar que las células se sobrexpongan al calcio es uno de los mecanismos donde puede ayudar el magnesio, otras tareas que tiene son: mantener la homeóstasis del eje hipotalámico-hipofisiario-adrenal (HHA), un conjunto complejo de interacciones hormonales, señales químicas y bucles de retroalimentación que tienen un papel extremadamente importante en la respuesta al estrés, además de otras funciones que regulan el estado de ánimo, la digestión, la inmunidad, la libido, el metabolismo y el mantenimiento de niveles adecuados de energía.

Cuando nuestro cuerpo se estresa, produce las llamadas hormonas del estrés como el cortisol, la noradrenalina y la adrenalina para enfrentarse a una amenaza inminente y para tomar decisiones rápidas y vitales para la supervivencia. Ante un estresor, el hipotálamo envía señales a la hipófisis para que secrete hormona adrenocorticotropa (ACTH), que a su vez, estimula las glándulas adrenales para que liberen cortisol y otras hormonas como adrenalina para preparar al cuerpo para el modo de lucha o huida, la respuesta primitiva de nuestro cuerpo que nos prepara para luchar o huir de cualquier amenaza que percibamos.

Junto con otras hormonas del estrés, el cortisol utiliza tus reservas de energía para que puedas enfrentarte al estresor con la mayor eficacia. Todo este frenesí químico se manifiesta con un flujo incrementado de glucosa a los músculos para tener un impulso de energía, una mayor circulación sanguínea y respiración para tener más oxígeno disponible para las células cerebrales, y dirigir el flujo de sangre a órganos importantes como el corazón, el cerebro y los músculos esqueléticos.

Hasta aquí todo bien. Sin embargo, el estrés a largo plazo y la continua liberación de hormonas del estrés puede alterar el eje HHA y «pervertir» las buenas intenciones del cortisol. En el mundo moderno donde tenemos estresores en casi todos los momentos de nuestra vida, nuestro eje HHA está confundido y se queda atascado en el modo de activación en el que se le ordena liberar cortisol constantemente. El resultado es que el cortisol no sabe cuándo rendirse. Demasiada presión en las glándulas adrenales lleva a una fatiga de estas y se acompaña de otros síntomas como hipertensión, dolor de cabeza, palpitaciones, ataques de ansiedad, depresión, alteraciones del sueño, problemas digestivos, debilidad inmunitaria, sobrepeso, diabetes y enfermedades del corazón.

¿Cómo ayuda el magnesio a mantener saludable el eje HHA? Pues el magnesio actúa como una glándula que desencadena una respuesta sana y equilibrada de la hormona adrenocorticotropa, haciendo que la liberación de cortisol y otras hormonas del estrés se mantenga dentro de límites inocuos y sanos. [3] [4]

Magnesio y el receptor NMDA

Gran parte de los beneficios neurológicos del magnesio se pueden atribuir a su capacidad de adhesión con el receptor N-metil-D-aspartato o NMDA, un mecanismo fascinante que se relaciona con nuestra habilidad de manejar el estrés. El NMDA es básicamente un receptor de glutamato que se activa cuando el glutamato, un neurotransmisor excitatorio, se adhiere a él. Aunque la activación de NMDA es crucial para el desarrollo de nuestro sistema nervioso central y en el aprendizaje y la memoria, la activación anormal puede causar neurotoxicidad y dañar los nervios, resultando en enfermedades neurológicas, como por ejemplo, trastornos del ánimo, ansiedad y ataques de pánico y dolor neuropático, asociado usualmente con la fibromialgia.

Sin embargo, el magnesio también puede adherirse a los receptores NMDA pero en lugar de activarlo, actúa solo ocupando el espacio, es decir, no lo activa y ayuda a mantener la excitatibilidad del glutamato dentro del rango normal. [5] [6]

Magnesio y neurotransmisores

El magnesio ayuda en la producción de muchos neurotransmisores importantes que ayudan a eliminar los síntomas asociados con los trastornos del estado de ánimo, la ansiedad y la depresión.

• Un cofactor de triptófano hidroxilasa, una enzima que ayuda a la biosíntesis de serotonina, un químico neuronal que regula el estado de ánimo, la conducta social, el apetito y las funciones cognitivas, el sueño y por supuesto, las respuestas al estrés.


• El factor neurotrófico derivado del cerebro o FNDC, junto con el magnesio, inhibe la actividad de GSK-3, una enzima que también es influida por los medicamentos antidepresivos.

En resumen, el magnesio es una parte esencial de nuestro sistema de respuesta al estrés, que relaja los nervios y músculos y mantiene un equilibrio de todas las hormonas implicadas en regular el estrés, el estado de ánimo, el sueño, la ansiedad y el dolor neuropático. Y lo más interesante, es que la relación entre el magnesio y el estrés es bastante compleja. El estrés crónico puede ser una causa de deficiencia de magnesio, ya que nuestro cuerpo usa más magnesio en una condición estresante, acabando con el magnesio almacenado. Por otro lado, los niveles bajos de magnesio pueden influir negativamente en cómo manejamos el estrés, empeorando más la situación. Los estudios sugieren que las personas bajo estrés crónico tienden a a perder grandes cantidades de magnesio a través de la orina. El estrés y la deficiencia de magnesio pueden aumentar los efectos negativos del otro de manera recíproca.

Referencias:

1. Robert Vink. Magnesium and stress. ResearchGate. 2015
2. Timothy S. Luongo et al. The Mitochondrial Calcium Uniporter Matches Energetic Supply with Cardiac Workload during Stress and Modulates Permeability Transition. Cell Reports, June 2015
3. Sartori SB, Whittle N, Hetzenauer A, Singewald N. Magnesium deficiency induces anxiety and HPA axis dysregulation: modulation by therapeutic drug treatment. Neuropharmacology (2012) 62(1):304-12.
4. Held K, Antonijevic IA, Künzel H, et al. Oral Mg(2+) supplementation reverses age-related neuroendocrine and sleep EEG changes in humans. Pharmacopsychiatry (2002) 35(4):135-43.
5. Szewczyk B et al. Antidepressant activity of zinc and magnesium in view of the current hypotheses of antidepressant action. Pharmacol Rep. 2008 Sep-Oct;60(5):588-9.
6. Poleszak E, Wlaź P, Wróbel A, et al. NMDA/glutamate mechanism of magnesium-induced anxiolytic-like behavior in mice. Pharmacol Rep (2008) 60(5):655-63.

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