La vitamina D es conocida mayormente porque ayuda al cuerpo a absorber el calcio y contribuye a la salud ósea, pero también tiene otras cosas que ofrecer. A medida que aparecen más estudios que arrojan luz sobre los varios beneficios de salud de la vitamina D, sabemos que la vitamina D tiene un papel increíble en la regulación del sistema inmunitario. Y parte del crédito se debe a la capacidad de la vitamina D de estimular la producción de los antibióticos naturales del cuerpo.

Tu sistema cardiovascular necesita soporte nutricional para seguir funcionando en excelente estado. Es decir, respondiendo eficazmente a los desafíos que pueden tener un impacto en la salud de los vasos sanguíneos, como inflamación, depósitos de calcio y endurecimiento de las arterias.

El mes de noviembre marca el inicio del invierno de vitamina D en el hemisferio norte: el periodo en que la luz del sol no es lo suficientemente fuerte para desencadenar la producción de vitamina D en la piel, lo que lleva a tener niveles gravemente bajos de esta vitamina en el cuerpo.

La función principal de la vitamina D es mantener los huesos sanos. Esta vitamina regula la absorción de minerales beneficiosos para los huesos como calcio y fósforo. Sin embargo, estudios e investigaciones recientes sugieren que la vitamina D podría tener un papel más amplio e importante en nuestra salud ya que ayuda a nuestro cerebro, corazón, pulmones y sistema inmunitario a funcionar bien. En resumen, la vitamina D es excelente para nuestra salud en general y no solo la salud ósea.